Nuestros dos ventriculos

Las mujeres por injusta naturaleza somos viscerales. "Intentamos" priorizar la razón en tensas situaciones amorosas, empujadas por pensamientos que nos dicen sin descanso NO No No. Intento que en la mayoría de las ocasiones resulta fallido. Necesito escribir sobre el corazón de la mujer, concreto, necesito concretar ya que es un corazón diferente al de los hombres, es así y a lo largo de la historia y de nuestras propias experiencias no lo podemos negar. Nos arrastran, los sentimientos femeninos nos arrastran hasta limites incompresibles. El problema solo llega cuando una decepción tras miles anteriores conforman un vacío estremecedor que ningún hombre sera capaz de colmar. Resulta desgarrador, pero no lo es. Me planteo la siguiente teoría, nuestro corazón posee el extinto atributo de amar a un hombre incondicionalmente,¿ pero y si reemplazamos el destinatario? Asunto: mi amor; Para: mi corazón. Deja la pista de tenis y juega al frontón.